Muchas personas, tienen el corazón cerrado al amor. Simbólicamente tienen un muro o coraza que les “protege” de ser heridas, pero también de recibir o dar amor.
Sé lo que es eso, a mi me pasó, estuve años sin amar ni ser amado. La razón: una relación en la que di lo mejor de mí pero no funcionó. Me sentí culpable y me “prometí” no entregarme nunca más de esa manera… conclusión, cerré mi corazón.
El amor es como el agua, si la estancas se pudre y se vuelve miedo. Si la dejas correr como una fuente, siempre se mantendrá cristalina, y saldrá más y más amor refrescante. Derribar los muros del corazón requiere valor y coraje. Amar de verdad, sin condiciones también